6 de noviembre de 2017

El mito de Ubuntu


Muchas veces nos preguntaron por qué no hicimos ninguna nota sobre Linux. 
La verdad es que en el equipo de editores tenemos diferentes opiniones sobre lo mismo y  cada uno tiene una versión de ese sistema operativo como favorita. 
Hemos llegado a la conclusión que podríamos estar meses enteros publicando mucha información muy profunda y el Blog podría convertirse en un Blog dedicado a Linux. Pero esa no era nuestra intención al hacer el Blog. Hay demasiadas páginas dedicadas a Linux, y muchísimas no son otra cosa material copiado y pegado, a veces muy mal. Tratar de corregir errores que publican otros se puede convertir en un trabajo (eso genera debates interminables, además). No lo encaramos como un trabajo sino como un pasatiempo de profesionales que se aproximan al usuario común, comentándole algo novedoso, ofreciéndole alguna solución a un problema nuevo en materia de mal funcionamiento de software o aun de hardware. Lo que nos apasiona es la electrónica, pero de nuevo, tratamos de no hacer notas demasiado pesadas donde el lector se pierda. Más que nada porque vemos que aunque una nota tenga cientos de lecturas esos lectores no comentan una palabra ni en favor ni en contra. Y por supuesto nunca un agradecimiento. A pesar de eso nos sentimos impulsados a comunicar aunque sea un poquito de lo que aprendimos en estos años, recordando que seguimos aprendiendo, y que en su momento hubo grupos y Blogs de los cuales aprendimos como novatos. 
Esta nota es la contribución de un lector. 
No es un experto en Linux pero es una persona interesada en investigar ese sistema operativo. 
Da sus primeras impresiones al comenzar a usar Ubuntu.